Desde su nacimiento, la Iglesia de Jesucristo ha sido objeto de mucha persecución, hasta el punto que una buena cantidad de sus miembros han sido asesinados por el hecho de crear y vivir en el nombre y la doctrina de Jesucristo.
El nacimiento de Jesucristo traería paz perpetua, libertad, perdón y reconciliación. Este nacimiento y su posterior muerte en la cruz también traerían redención.